18.3.09

Encuentro del 16-03-09

En primer lugar, dejo constancia de las cuestiones formales y organizativas, ya que quizá no anden con ganas de leer todo el informe. Si así fuera: ustedes se lo pierden, perejiles.

La próxima es el 4 DE ABRIL, A LAS 18 HS, en la casa de Maia y Silvia
(Miller 3079, timbre primero)

Al respecto se aclara que ha sido estipulado, en virtud del creciente número de integrantes, que las reuniones tengan un cronograma fijo que ya rige: Todos los primeros sábados del mes, a las 18hs, nos reunimos. Y San se acabó.
La reunión a realizarse en mayo, o sea dentro de dos reuniones, ya tiene cede asignada: Sarandí (mi casita… así de paso la conocen). Así que vayan juntando monedas para el colectivo. Además, ya era hora de que polética se sumerja en el conurbano.

LECTURA para la próxima: Como esta vez no lo hicimos, la próxima leeremos a Althuser. Va el libro entero. Se dejará una copia en Gambito.

Ahora sí, la reunión.

Los asistentes: Valeria, Natalia, Juan Pablo, Pablo (el “chino”) y yo, por el lado del elenco estable, y Silvia, Bárbara y Javier, por el lado de la nueva camada.

El encuentro constó de dos momentos: uno, dedicado a la presentación del grupo y, otro, en que nos dedicamos a pensar ciertas cuestiones que luego detallo.

PRESENTACIÓN.
Como en otras ocasiones en que se sumó gente, esbozamos una breve historización de Polética. Contamos un poco de dónde surgió (Problemas de Ética, 2006), los rasgos más notorios de nuestro modo de trabajo (por núcleos problemáticos, mas no por autores…), el recorrido textual que hemos realizado (Schmitt, Derrida y todo eso) y, más en detalle, lo que hace a la condición actual de nuestro espacio. Con esto último me refiero al proyecto de reconocimiento institucional (PRI) y a la planificación de trabajo (PT) en las cuales se enmarcarán nuestra producción venidera. Intentamos justificar estas dos cuestiones.
Digamos que al PRI lo elegimos, al menos, por dos motivos: por que puede resultar una instancia de difusión y respaldo institucional quizás interesante en algún momento y porque algunos integrantes de Polética, en miras de hacer “carrera”, pueden servirse de la acreditación intra-académica que dicho programa otorga. Sumado a estos relativos beneficios, el hecho de que no implica mayores compromisos que los ya realizados al llenar los formularios.
Lo del PT, es más interesante. Y sirve, además, para seguir presentando el Ser Polético. Para contextualizarlo, se recordó la lectura y consiguiente discusión en torno a la CARTA ABIERTA. Se resaltó cómo allí afloraron algunas tensiones propias de las diferencias inherentes al grupo en lo que hace al rol del Estado en particular y a la política en general. Se descubrieron algo así como 3 tendencias: la que niega cualquier existencia al Estado como herramienta de emancipación, y lo ve más bien como el instrumento consustancial de un dominio nefasto; la que le otorga algún tipo de vida útil, siempre y cuando se transforme en beneficio de lo popular; y, en tercer lugar, la que entiende que tal disyuntiva no tiene mucha razón de ser.
Carezco de la claridad conceptual de Juan Pablo[1] para exponer el hilo que nos ha llevado desde estas 3 miradas a la selección de las 3 corrientes (Althuser, Gramsci y Teoría Crítica) en que habremos de discurrir en el año. Digo, no obstante, el modo en que yo, a lo largo de las reuniones, comprendí tal conexión. Importante: no perder de vista que el norte problemático de todo esto, es el pensar otros posibles modos de lo político.
La línea que niega cualquier virtud al estado, estaría representada por Althuser y gente de su palo. De aquí, por caso, la lectura pautada para esta reunión. La línea que parece dar algo de crédito a lo estatal, y así a lo nacional; línea que encontraría su formulación política en algo como una “democracia popular”, hallaría en Gramsci un terreno fértil sobre el cual trabajar. Una tercer línea, que es muy crítica del Estado pero confirma a su vez la imposibilidad de salirse de su realidad, es decir su racionalidad, y que por ello suele adoptar una tesitura dialéctica y negativa, sería la de la Teoría Crítica (Y además, ¿cómo hacíamos para que no se vaya Facu, si no le dejábamos meter a Adorno y sus secuaces?).
Esto en relación al PRI y al PT (que, aunque parezca, no son partidos políticos).

REFLEXIÓN.
Se hizo la pregunta por el sentido de que el grupo se siga ampliando. Tengamos en cuenta que Polética tiene la curiosa cualidad de que son muchos más los que vienen que los que se van. Y eso, teniendo en cuenta que ya llevamos más de 2 años y medio juntos, es un detalle no menor.
Señalé cierta vocación tímidamente imperialista en nuestro afán denodado por expandirnos. Si todo se diera como parece va a darse, seríamos algo así como 14 o 15 integrantes este año. Lo hice un poco chicaneando y otro poco en serio. Se expusieron 3 razones perfectamente válidas que hacen a la pretensión de abrir el grupo: que nuestra manera de trabajar puede permitir, en general pero en Filosofía en particular, vislumbrar otras maneras de hacer (sin profesores, horizontal, con mucha circulación de la palabra… autogestado y autogestivo). En segundo lugar, por que la incorporación de gente nueva equivale (si Dios quiere, agrego yo) a la incorporación de ideas e inquietudes nuevas que permiten “oxigenar” las ya establecidas. En tercer lugar, porque se trata de una apuesta política: la autoorganización como modo de político posible, de hecho, y vale la pena difundirla, realizarla.
Lo que está a la base de todo esto es, ni más ni menos, la pregunta por los límites y en contrapartida los alcances de nuestra experiencia. Lo que en gran medida quiere decir, a su vez, hasta dónde llega y hasta quiénes esta manera de hacer que propugnamos y a nuestro modo propagamos. Cuestión que, creímos, bien podía ser tema para una futura presentación en un congreso. Naturalmente, el tema está abierto.
Por último, también se mencionó la posibilidad de reunirnos con otros grupos de trabajo, como El Río Sin Orillas y demás, para compartir y confrontar modos de hacer y pensar.

TENGO HASTA AHÍ.

[1] Invito al mencionado a que rehaga la brillante hilación aludida.