Tratado Político.
Comenzamos la reflexión
en torno al tratado político sin haber podido todos completar la lectura, pero
siguiendo lo trabajado por Andrea.
En primer lugar aclaramos
que se trata de un texto de carácter inconcluso donde quedo sin desarrollar,
justamente, la sección referida a la democracia.
Capitulo 1.
Del método
En este capítulo, tal
como se indica en su título, se presentan aclaraciones de tipo metodológico.
Parte de la critica a los
teóricos políticos por “utópicos”. Es decir que parten del supuesto de cómo
deben ser los humanos o la naturaleza humana y no de como efectivamente es:
“conciben a los hombres no como son sino como ellos quisieran que sean” (TP
pág. 78)
Esto llevaría a un
elitismo, que conduciría al filósofo gobernador. El que realmente conoce a la
naturaleza humana tal como debe ser.
Frente a esto Spinoza
propone un realismo político. Partir de lo que efectivamente existe. De como
los hombres son y no como deberían ser.
Señalamos entonces lo que
dice Spinoza en relación a que todas las formas de gobierno posible ya se han
desarrollado en la historia.
Acá encontramos, por un
lado un elogio de los políticos frente a esta teóricos del deber ser, por su
comprensión de cómo son realmente los hombres, al partir siempre de la experiencia.
En este punto señalamos
que habría acá un paralelismo o cercanía a cierto maquiavelismo. Sin embargo
Seba hizo la aclaración de que tampoco se trata de una adhesión directa ya que
Maquiavelo parte también de la suposición de los hombres como viciosos por
naturaleza. Aunque este juicio se suponga basado en la experiencia.
Y en este punto señaló
Juan, avanzando un poco en el análisis,
algo que aporta de interesante la
propuesta de Spinoza al decir que los problemas políticos se resuelven con política. Entendiendo esto en
términos de organización. Las cuestiones políticas se resuelven con
organización y no con cierta habilidad de los filósofos (partiendo de su
análisis y supuesto sobre como las cosas deberían ser). Los problemas de la política
se resuelven con política, con organización política. En este punto nos resonó
la distinción que establece Scavino en “La era de la desolación” entre la solución
moral y la solución ética o política.
Y resonó también nuestra
lectura de la Ética. Un afecto solo es compatible con un afecto. De este modo
puede entenderse en el esquema de Spinoza el hecho de que los problemas
políticos se resuelvan con política.
Avanzando en el texto,
establecimos su objetivo: desentrañar las causas y fundamentos del Estado
fundándose, como ya dijimos, en lo que son los hombres efectivamente y no en lo
que deberían ser. Entonces lo que se
busca es la mejor forma de gobierno para los hombres efectivamente existentes.
Y acá señala Spinoza que lo que los define es su carácter conflictivo; al encontrarse
sometidos a los afectos y no estar gobernados solamente por la razón. Y,
adelantándonos en el texto, esta forma será la democracia.
Capitulo II
Del derecho natural
Existe acá una relación
explicita con el TTP que Spinoza se ocupa de desarrollar.
El derecho natural es
equiparado al poder natural. Hay una relación de igualación entre derecho y
poder. “Cada cosa natural tiene por naturaleza tanto derecho como poder para
existir y actuar” (TP pág. 85)
Entonces, si fuésemos
completamente racionales, el derecho natural se determinaría por la pura razón.
Pero esto no es así porque, como ya sabemos,
también actuamos movidos por nuestras pasiones. Por eso se actúa racional y pasionalmente pero siempre en
virtud del derecho natural, no solo cuando se actúa racionalmente. Este
análisis lo realiza siguiendo siempre el
precepto de analizar la naturaleza humana tal como efectivamente es y no como
debería ser. Entonces sea la pasión o la razón la causa de nuestra acción, es
efecto de la naturaleza, de su poder, y por tanto implica derecho. Se actúa
siguiendo esta naturaleza, entonces se actúa en virtud del derecho natural. El
hombre siempre es parte de la naturaleza.
Y el punto clave que
encontramos es que todos se encuentran sometidos a las pasiones, no solo el
vulgo o el pueblo.
A continuación aparece la
definición de la libertad humana ligada, siguiendo el esquema de Spinoza, a la
noción de necesidad.
La voluntad humana es
libre. Pero ser libre es obrar necesariamente. Esto quiere decir, como ya
vimos, seguir las leyes de la propia naturaleza y entonces de la propia razón; por
lo tanto, comprender adecuadamente. La
necesidad entonces va de la mano de la libertad. Pero, de este modo, como todo
hombre tiene tanto derecho como poder posee, siempre que actúa, aunque no lo
haga de un modo plenamente racional, alcanzando el grado máximo de libertad,
siempre tiene derecho a hacerlo, aunque actúe siguiendo sus pasiones. Por eso, el derecho natural no evita
necesariamente el conflicto. Esto implicará la necesidad de la constitución del
Estado.
Y acá apareció la noción
de autonomía, (que nos llevo mas
adelante, a propósito del capítulo cinco a una interesante discusión). La
autonomía implica no estar bajo el poder, o potestad de otro. Entonces para
lograr la autonomía deben desaparecer las causas que producen el miedo o la
esperanza, que nos colocan en esta
relación de sumisión hacia los otros. Por eso el alma plenamente autónoma, en
sentido estricto, será aquella
plenamente racional, que no se guía entonces por las pasiones del miedo o la
esperanza. Pero acá no se trata de eso, del actuar plenamente racional. En el
Estado de naturaleza se es autónomo mientras se pueda no estar sometido por otro.
De la mano de esta
relación existente entre el derecho y el poder aparece
una definición interesante, al menos para nuestras reflexiones, del poder.
Siguiendo lo dicho anteriormente
en el estado de naturaleza, no habría estrictamente derecho. Si lo hay, pero es
muy bajo. Si cada hombre tiene tanto derecho como poder tenga, va a tener menos
derecho mientras mas solo se encuentre. Porque mientras mas aislado este mas
razones de temer va a tener.
El derecho, en un sentido
mas fuerte, aparece cuando hay derechos comunes, por la unión de el poder de
cada uno. Esto se entiende entonces del siguiente modo: la suma de las
potencias produce mas poder y, en consecuencia, mas derecho. Mas unión, mayor
poder, mayor derecho. El estado entonces
será esta suma de potencias. Este derecho que se define por el poder de la
multitud
Siguiendo esta definición,
lo mas racional será obedecer a la potencia común que es mayor que la se tiene
en términos individuales. Esto nos permite, en
parte, alejarlo del contractualismo, pese
al esquema formal con el que esta trabajando. Acá
entiendo que tiene que ver con la
ontología presente en la ética, no?
Siguiendo el análisis
aparecen las nociones de pecado, de justicia y de obediencia.
El pecado será un
concepto jurídico, determinado dentro del Estado, no estando nada prohibido por el derecho
natural. Solo se actúa siguiendo siempre
el criterio de cada uno, lo que cada uno quiere. Lo mismo ocurrirá con la
justicia, solo aparece en el Estado, como la distribución justa de lo que es de
cada uno. En el estado de naturaleza todos tenemos derecho a todo.
Capitulo III.
Del derecho político
Comienza por definir a la
política como la constitución de cualquier Estado.
Luego aparece una
distinción entre ciudadanos, quienes gozan como parte de la sociedad de los
derechos de la misma, y súbditos, en tanto que obedecen las leyes de esa
sociedad.
El poder del Estado, como
ya dijimos, es el poder de la multitud. Señalamos como se aleja de Hobbes, porque el Estado actúa como
una sola mente (cuerpo/alma) entonces no es que el soberano (como alma del
estado, según Hobbes) se separa y actúa según su propio sentir, según su propio
criterio. Eso ocurre solo en el estado
de naturaleza.
En el Estado de
naturaleza, cada uno ya es su propio juez, lo que ocurre es que su une a los otros porque es conveniente, es mas
provechoso, siguiendo el clásico
argumento contractualista. Pero acá aparece la idea de que es la multitud la
que es mas poderosa que el individuo. JP: “es mejor equivocarse juntos que
acertar solo”.
Entonces acá no se deja
de seguir el criterio de la propia conveniencia. Del esfuerzo por conservarse
en el ser. El estado político no contradice a la razón. Esta asociado entonces
a la libertad, en tanto que racional. Se instala naturalmente para lograr mas
fácilmente, mas efectivamente, lo que en el estado de naturaleza no se podría
lograr. E implica entonces la perdida de
la autonomía de cada uno, pero de este modo se afirma, al mismo tiempo, su carácter racional, porque cada uno actuando
aisladamente siguiendo sus propias pasiones produce el conflicto. Por eso es
necesario el Estado, con la consiguiente perdida de la autonomía.
De este modo la utilidad
aparece, como ya dijimos, como el móvil de la asociación. Y mientras mas
racionalmente se actúe mas se obedecerá a la potestad del Estado, porque se
comprende su razón.
(Acá Facu señaló que se
produce la misma transición del Estado de naturaleza al EC, hay un mismo
mecanismo de funcionamiento, pero no entiendo o no
recuerdo a que venía).
Capitulo IV
Del ámbito del poder
político.
Acá, y en relación con el
capítulo anterior, nos detuvimos
entonces en torno al problema de un sujeto libre y autónomo (tal como aparece
en el libro V de la ética)
Se presenta aquel sujeto
que puede ir mas allá del miedo y la esperanza, un sujeto autónomo, porque al
estar mas allá de estas pasiones, no se someterá nunca a la potestad de otro. Entonces ¿la autonomía sería algo distinto a
este actuar con otros y entonces este sujeto se transformaría en enemigo del Estado?
.
Dice en el capitulo
anterior:
“En la medida, pues, en que quienes
nada temen ni esperan, son autónomos (por
el § 10 del
capítulo precedente), son también (por el
§ 14 del capí-
tulo anterior) enemigos del Estado y con
derecho se los
puede detener.”
En este punto JP y Seba:
advirtieron si no sería la iglesia un ejemplo de este poder autónomo? Sería
este ir mas allá del miedo y la esperanza, como el fanático religioso, que no
tiene miedo y esperanza en relación al estado. JP señala entonces que acá hay
un problema en la argumentación del texto. Que se coloque, a este sujeto
autónomo al mismo nivel.
Facu: El estado no esta
pensado ni hecho para hombres racionales (no lo necesitan) el problema es que
parte de lo que efectivamente ocurre, donde los hombres son dificilmente
racionales, entonces: la base del estado sería el miedo y la esperanza. Pero
entonces el problema sería que el sujeto
autónomo y racional es necesariamente enemigo del Estado, no se somete a ese
poder común. Sin embargo, agrego yo, anteriormente dijo que mientras mas racional
se sea mas se comprenderá la razón del Estado y se la obedecerá.
Por otro lado JP señala
acá , nuevamente, que lo interesante es que no se puede resolver la política
solo con razón. De ahí el carácter materialista del planteo de Spinoza.
Siguiendo con el análisis
del capitulo IV, el Estado o la suprema potestad, se encuentra sujeto a las
leyes, también por miedo y respeto. Las causas de la sociedad civil son previas
a la sociedad civil. Están en el plano del derecho natural.
Esto lo encontramos entonces como una advertencia para futuros sediciosos. No
temer el encuadre institucional, lo otro de este es siempre peor. Como toda
teoría contractualista, en este caso porque parte del carácter conflictivo de
los hombres en tanto que pasionales.
Y Seba agrega que no se
señala solo este límite a los sediciosos,
sino que, a su vez, señala los limites del poder soberano. No aparece
estrictamente el derecho a la rebelión pero, si la unión y sujeción es por esta
necesidad, si el Estado es es ineficaz desaparece el miedo y la esperanza que
son aquello que nos sujeta al Estado
Facu agrega que, de este
modo, el soberano esta obligado a consensuar el poder de la multitud. El pacto
puede ser violado si el “bien común” así lo exige.
Capítulo V
Del fin último de la
sociedad política.
La paz y la seguridad se
señalan como el fín último de la sociedad política. La paz, a su vez, es
señalada como una virtud del alma.
Se concluye nuevamente
que cuando el Estado funciona mal, cuando no alcanza su fin, esto ocurre por una mala constitución del
Estado. Nuevamente siempre el problema es de carácter político (ético y no
moral, en términos de Scavino) se resuelve con organización política.
Por último señala que lo
que se le opone a la sociedad, en tanto que multitud libre, conformada en un
estado bien constituido, es la soledad que es sinónimo de esclavitud. Sería, por
ejemplo, un estado constituido solo para protegerse de la muerte. Un estado
constituido por el derecho de guerra. Una multitud libre se guía mas por la
esperanza que por el temor.
Todo esto lo lleva a
concluir que es peligroso confiar la salvación a uno solo, a un tirano, al cual
se somete por temor. De este modo no se es súbdito, como parte de una sociedad,
sino esclavo.