17.1.08

Encuentro del 17-11-07

UN POQUITO DE TANTA VERDAD” (un lindo documental)

En la última reunión de Polética, en vez de discutir sobre la base de alguna lectura prefijada, nos dispusimos a ver un documental y, tomándolo como disparador, nos pusimos luego a conversar larga y amenamente en torno a algunos ejes temáticos que se nos suscitaron; ejes que, a continuación, y muy brevemente, reseño[1].
Pero primero comento un poquito de qué trataba el documental. Nos situamos en México, Oaxaca precisamente. Allí, con una regularidad anual, el gremio docente efectuaba un “plantón”, asentamiento de carpas, en reclamo de mejoras salariales, edilicias, y de infraestructura en general. Al parecer, lo habitual es que el gobierno dialogue con ellos; pero el año en cuestión (2006) se rehusó a hacerlo. Esto intensificó la protesta a la cual se sumaron pueblos originarios, ampliando el paquete de reclamos. Con la toma de algunas emisoras radiales – elemento decisivo - se tenía una información directa y constante de los que en el pueblo sucedía. La gente estaba informada de lo que le estaba pasando. La protesta iba tomando forma, potencia. Y la represión no se hizo esperar. Pero, y este es un punto clave: la gente salió a la calle en defensa de los maestros y aquella, la represión, digamos que fracasó. Esto intensificó los reclamos, la protesta, la movilización. La organización se hizo más patente, más meticulosa. Se coordinaban, llegado el caso, hasta barricadas para que las patrullas asesinas y nocturnas, no lograran su cometido: aterrorizar a la gente y hacerla desistir en su empeño. Esto se prolongó, con sus más y sus menos, durante casi 5 meses. Hay que verlo, para creerlo: la ciudad era de la gente, así nomás. El gobernador, salvo esporádicas intervenciones y oscuras de la policía, no parecía ser quien era. Pero al final, tras violenta, sanguinaria represión, se reestableció entre comillas el orden…
Claro que pierdo historia por todos lados con este miniminiresumen, pero para ponerlos al tanto, creo que alcanza.

Algunos ejes sobre los cuales giraron las conversaciones:

- El rol de los medios de comunicación en miras de una posible transformación social. Sobre esto hace mayor hincapié el documental. El caso de México es peculiar, porque sólo dos cadenas manejan, no sólo los medios, al parecer, sino el mismísimo país.
Resultaba angustiante ver cómo se construye realidad desde ellos y cómo se consume con tanta naturalidad ese brebaje. También quedaba la sospecha de cuánto de construcción habría en el observado documental, incluso para quienes pretenden mostrar tan sólo “un poquito de tanta verdad”.

- La importancia de los pueblos originarios como elementos vertebradores de luchas largas, intensas, muy distintas a las que estamos acostumbrados en nuestros pagos.
Esta gente, con una cultura asamblearia muy asumida, permitía que se desplieguen las voces y le otorgaban un tiempo a las palabras que hacía posible la participación desde la multiplicidad con unos modos realmente llamativos, para bien.

- La sospecha de que sólo ante la negativa de “negociar” de los gobernantes se hace posible una rebelión de tamañas dimensiones. Nos preguntábamos si algo de esto hubiese ocurrido si el gobernante hubiese dado algo de lo que le pedían. ¿No será acaso necesaria la negligencia del mandatario para que algún tipo de transformación medianamente radical sea posible? En líneas generales, la gente no pide demasiado. O al menos siempre pide menos de lo que debería. Y así y todo, puede ser que se lo nieguen. Una vez, otra vez… Un día rebalsa el vaso. Pero rebalsa como sumatoria de gotitas nomás. Y el vaso es grande, hondo.
Ahora sólo me acuerdo esto. Estoy seguro que hay más… Denme una mano.

[1] Tengo el inconveniente de haber perdido la hojita de apuntes que tomé en situ. Todo lo que falte - que no será poco, calculo – repónganlo sin temor que no me ofenderé demasiado. Como sólo señalo los temas abordados, se agradecerá que quien lo crea pertinente, vaya acotando qué se dijo al respecto.

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