11.12.07

Encuentro del 08-09-06

Ayer nos juntamos a discutir en torno al texto de Schmitt. Cuentofragmentariamente algunas cosas que salieron:La decisión, como un concepto bifronte. Por un lado, remite a la suspensiónde la ley, al momento de excepción en que el orden jurídico pierde vigenciay, al mismo tiempo, el soberano instituye un orden, una legalidad (esto estámás desarrollado en *Teología política*). Por otro lado, la decisiónconforma la división entre amigo y enemigo, entre lo propio e idéntico y loradicalmente otro, lo distinto, lo que amenaza en su existencia la propiaforma de vida (esto prepondera en *El concepto de lo político*). Estas doscaras de la decisión se podrían relacionar: cuando se instituye la ley, sedetermina una mismidad, un campo de lo propio, excluyéndose otrasposibilidades de legalidad. El enemigo representa esas alternativasexcluidas, por eso la lucha contra él está más allá de toda legalidad y todoorden, y por la creación o defensa de la propia legalidad o el propio orden.La relación entre lo político y el estado. Lo estatal supone lo político, demodo que definir a lo político, a su vez, por remisión a lo estatal generaun círculo vicioso. Es preciso, entonces, contar con un concepto autónomo depolítica. El criterio de ésta se da por la oposición amigo/enemigo: todaextrema unión o separación es constitutiva de la política. ¿Quién decidequiénes son enemigos? Sólo las partes en el conflicto, sin que norma previao autoridad neutral alguna pueda decidir por ellas.Una unidad política es un grupo humano soberano. La soberanía es lacapacidad para decidir quiénes son enemigos, quienes están fuera de la propiaforma de vida y la amenazan (El concepto de lo político). Por eso lasoberanía es la capacidad para decidir qué situaciones sonexcepcionales (Teologíapolítica), cuándo se suspende el plano de la ley (de la homogeneidad, dela mismidad) y emerge algo otro, que está como tal fuera de toda norma ydebe ser perseguido. El soberano, por otra parte, se pone a su vez fuera dela norma porque la crea mediante la decisión, que instituye, entonces, elgrupo de la amistad (de lo contenido en la ley puesta por la decisión, de loidéntico) y el de la enemistad (de lo excluido en esa decisión, lodistinto).¿Es el estado una unidad política? Lo es en tanto conserve su soberanía ypueda agrupar personas como amigas o enemigas. Luego, es estado es unaunidad política en tanto puede hacer la guerra.Sobre la originariedad de la lucha. Acá hay cierta ambigüedad: por un lado,parece que el enemigo es aquél con que es posible la lucha a muerte, el quepuede llegar a deber ser exterminado. Pero, al mismo tiempo, aparece como"meramente" el que es preciso segregar, excluir o someter para preservar elpropio modo de existencia. No resolvimos esta tensión.Hay que aclarar, también, que Schmitt entiende "enemigo" en un sentidorelativo: es enemigo "para mí", enemigo desde el punto de vista de un campode lo propio definido por una decisión y no enemigo en sentido absoluto,"enemigo de la humanidad". A un "enemigo de la humanidad" no corresponderíala aniquilación, sino el suicidio (porque sería un enemigo de sí mismo).Esto se relaciona con otra cosa: la oposición amigo/enemigo es autónomafrente a otras oposiciones como bueno/malo, bello/feo, etc., de modo que noes necesario denigrar moralmente al enemigo para matarlo o perseguirlo,basta, en cambio, tener conciencia de que es diferente (lo que no quita quepor la radicalidad de la oposición política ésta tienda a reunir en tornosuyo a las demás dualidades y el enemigo acabe siendo malo, perverso, feo ymaloliente).

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