11.12.07

Encuentro del 14-12-06

Juan Pablo:

Paso algunas cosas de la última reunión en torno a cómo y cuándo seguimos (estaría bueno también hacer el acta de la última reunión, ya que las discusiones y comentarios que salieron me resultaron muy fructíferos, si puedo lo mando yo, pero si alguien quiere aportar, no vendría para nada mal, nos serviría incluso para ir dándole forma a lo que deseamos escribir).

La próxima reunión será el Jueves 25 de Enero a las 19hs en la casa de Caro

Para ese día decidimos no pautar ninguna lectura específica, sino juntarnos para llevar propuestas de trabajo y/o lectura. Como estamos pensando en armar algo para algunos de los congresos (según tengo anotado, el próximo congreso de Afra será en Tucumán) que se lleven a cabo este año, nos pareció que las propuestas de trabajo y de lectura podían dirigirse hacia este horizonte.

De este modo, entonces, las propuestas de trabajo son, dentro de un mismo proyecto, de escritura (temas, problemas o lo que cada una/o tenga ganas de trabajar) y de lectura en relación a lo que tengamos ganas de trabajar y de escribir.

Adelanto ahora y veo si me puedo explayar mejor en el acta, algunos de los temas que salieron durante la última reunión:


Democracia. Según lo que habíamos visto en Derrida, la democracia aparecía como una alternativa a las dos patas que la deconstrucción pretendía desmontar/desarmar, la tradición Hobbesiana (organización política bajo la hipótesis de conflicto), y, en segundo lugar, la tradición liberal (que vela o desplaza la política bajo el pluralismo puramente formal). En este sentido, la democracia aparece como una forma de organización que estaría (no) más allá del estado. Para esta problemática, Seba sugirió dos textos de Derrida que no recuerdo cómo se llaman (Seba, si los recordás, por favor, mandanos el dato porque me interesan, creo que era algo así como "Democracia para el mañana" o algo por el estilo).


Ética-política. Disyunción-conjunción o qué. En este sentido, surgieron dos propuestas de lectura para abordar este tema: un libro de McPherson, La democracia liberal y su época que está en manos de Facu para quien le interese, y el primer capítulo de La era de la desolación, Los abusos del poder, de Dardo Scavino, donde se establece una diferencia entre ética y moral, y las vinculaciones entre la ética y la política. En cuanto pueda dejo este capítulo en la fotocopiadora Filo (si es que estará abierta en Enero).


La decisión. Emparentado este tema con el de soberanía que veníamos trabajando, habría tres preguntas disparadoras que podrían servir como guía de análisis: Quién decide, qué decide, y una tercera pregunta que no tengo anotada (Eze, estaría bueno que nos recuerdes, si querés, cuál era esta tercer pregunta o cuáles eran estas tres preguntas, porque nos pueden servir como eje para abordar incluso el resto de los temas).

Bien, creo que esto es todo lo que recuerdo y tengo anotado. Si alguien recuerda otra cosa o ve que este comentario es fruto de la pura capacidad imaginativa, por favor, tachen, saquen, agreguen, etc.

Ezequiel:

Con respecto a la pregunta de Juan Pablo acerca de las tercera pregunto en torna a la decisión, se trata de la vieja pregunta socrática "¿qué es decisión?" Tal vez, una mente aristotélica pensará que esta respuesta se seguirá de las que se den a las otras dos preguntas (¿qué se decide? y ¿quién decide?) Pero una platónica se inclinaría por pensar que estas son deudoras de la presuposición de que la primera puede ser respondida. Tal vez uno está apuntando al método y el otro a lo ontológico, no sé. La cuestión es que las tres preguntas serían (creo que el orden de la enumeración me deja al descubierto, y bueh): ¿qué es decisión? ¿qué se decide en la decisión? ¿quién decide la decisión? Es muy interesante la idea de articular nuestro trabajo en miras de estas consignas. Y no es que me haya propuesto elogiar desmedidamente el mail de Juan Pablo, pero creo que da en el clavo. Esos tres son los mismos ejes problemáticos que yo apuntaría como resultado de nuestra labor desde que conformamos el grupo. Propongo no obstante que intentemos articular estas 3 cuestiones, que si bien a grandes rasgos podemos vincular sin mayores inconvenientes, sería bueno logremos encerrar un poco mejor, algo más sistemáticamente. Por mi parte lo intentaré.

Sebastián:

Retomando el diálogo virtual, me parece que una respuesta a estas tres preguntas
podemos construirla a partir de las posiciones de Schmitt y Derrida.- ¿qué es la decisión?: La decisión es para Schmitt la prerrogativa del soberano. Por su parte, Derrida señala que la decisión está directamente ligada a la aporía que debe atravesar todo acontecimiento. Como bien dijo Eze, parece ser éste un análisis ontológico de la decisión, según el cual la misma no puede seguir un cálculo, un programa preestablecido, incluso un saber. El quizá previo es necesario para todo acontecimiento (es decir, su imprevisibilidad a partir de un horizonte determinado), y éste viene a su vez a cancelarlo. Una decisión, en tanto debería responder a una espontaneidad absoluta, estaría desligada de toda causalidad o teleología.- ¿quién decide?: Para Schmitt quien decide es el soberano. Para Derrida, la decisión siempre es previa a la acción de un sujeto, es heterónoma, una decisión del otro. Sin embargo, no por esto se deja de lado la responsabilidad. La decisión pasiva, precisamente por ser ajena al cálculo, al programa, y por lo tanto a la subjetividad moderna, es lo que Derrida propone pensar.- ¿qué se decide?: Según Schmitt lo que define al soberano es la posibilidad de poner en suspenso la norma (Teología política) o de definir quién es el amigo y quién el enemigo (Concepto de lo político). Derrida no aclara qué es lo que se decide, ya que la decisión, para ser tal, no puede tener un contenido predeterminado. De todas maneras, parece sí implicar la decisión una suspensión de la justicia. El momento de la decisión estaría así del lado del derecho, de la política, mientras que la justicia está ligada a esta "democracia por venir" que quizá aquí se anuncia. La decisión también parece ser siempre lo "por venir", aquello que no puede preverse. ¿Qué tipo de soberanía, si la hay, seguiría aquí funcionando?

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